La espiritualidad salesiana consiste en un modo particular de seguir a Cristo, según un estilo de vida y de acción.
El espíritu salesiano encuentra su modelo y su fuente en el corazón de Jesús. Al leer el Evangelio, somos más sensibles a ciertos rasgos del Señor:
- su gratitud al Padre por el don de la vocación divina a todos los hombres;
- su predilección por los pequeños y los pobres;
- su solicitud de predicar, sanar y salvar, movido por la urgencia del Reino que llega;
- su actitud de Buen Pastor que conquista con mansedumbre y la entrega de sí mismo;
- su deseo de congregar a los discípulos en la unidad de la comunión fraterna
Los voluntarios con Don Bosco nos reconocemos plenamente parte de esta espiritualidad compartida por toda la familia salesiana.
Nuestro Padre Don Bosco nos ha dejado como modelo para toda nuestra vida a Jesús Buen Pastor